La Revolución Mexicana tuvo su gestación como una rebelión para derrocar a un mandatario que llevaba más de 30 años en el poder, Porfirio Díaz. Cuando la burguesía pierde a su líder, Porfirio Díaz, los ánimos también se calientan y las influencias mueven decisiones del pueblo. Este grupo de la sociedad mexicana, que siempre se vio beneficiado por el gobierno de Díaz, buscó apoyo en Estados Unidos para eliminar al presidente electo, Madero y a su vicepresidente. Acto seguido, una nueva dictadura se implantaría, teniendo como mandatario a Victoriano Huerta. Habrían corrido dos años, era 1913.

Sin embargo, la Revolución volvería a respirar y, sin retener mucho al tiempo, un año después, en 1914, estaba obligando a huir a Huerta hacia los Estados Unidos. Después de estas dos etapas, la Revolución Mexicana cobra forma en Pancho Villa y Emiliano Zapata y sus acciones en el Norte y en el Sur respectivamente. Estos dos líderes de la Revolución lucharon por la instauración de reformas en el campo agrario y educativo; desempeñaron acciones para incentivar la ciencia y la tecnología, y bregaron por la justicia social.

En 1917 se da el mayor logro y el comienzo del fin de la Revolución, “la Constitución Política de los Estados Unidos Americanos”. Este año también marca el fin de la lucha armada revolucionaria. Esta Constitución está caracterizada por su liberalidad y su énfasis en la justicia social. Con ella, se alcanzaron logros como la reforma agraria y la legislación laboral progresista. Esta Constitución es aún hoy regente en México.

ABRAHAM VARGAS VARGAS